Estas fotos son de cuando Romeo el demonio apenas se perfilaba. Nació ardiente como pueden apreciar. Con el paso de los días se fue enamorando de los pinceles y de los botes de colores que encontró a su alrededor. Fue tanto el amor que se le quedó tatuado en el cuerpo para siempre. Un cuerpo colorado - no podía ser de otra forma - pues nuestro Romeo es un demonio como dios manda.
Abajo pueden ver el resultado final, todo un ardiente Romeo-diablo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario